Gastronomía en Montpelier

Los habitantes de Montpelier son unos apasionados de la gastronomía, lo que no es de extrañar teniendo en cuenta su proximidad al Mediterráneo, pero también su acceso a las onduladas colinas y viñedos de la región. Muchos de los platos más famosos incluyen las deliciosas verduras cocidas al sol, como los tomates, las cebollas y las berenjenas. Platos como la brascuade de moules, una comida de marisco cocinada en una gran paella al fuego y aromatizada con hierbas y vino, o el chichoumeille, similar al pisto pero con pimientos maduros añadidos.  Muchos van a la panadería a por pasteles dulces, pero en Montpellier se va a por la Fougasse aux Fritons. Rectangular y plana, con tres ranuras inclinadas, la "fougasse aux fritons" es un pan de masa, enriquecido con margarina, restos de tocino de cerdo (fritons) y, a menudo, pimienta. Es una tradición campesina que se ha mantenido en la región de Languedoc-Rosellón y que continúan los panaderos artesanos. Sea cual sea su gusto, la riqueza de los productos calentados por el sol mediterráneo se filtra en cada bocado.

Turismo en Montpelier

Montpelier goza de una excelente ubicación, cerca de hermosas playas y campos ondulados, y es el punto de partida perfecto para descubrir la impresionante región de la Provenza y la Camarga y todo lo que tienen que ofrecer. Sin embargo, la ciudad en sí está llena de tesoros por explorar, desde la Place de la Comedie con la imponente Ópera en un extremo y la hermosa zona verde y el estanque donde se puede ver a los estudiantes relajándose bajo el sol del verano con un ejemplar de Voltaire o Victor Hugo. Sin embargo, una de las mejores maneras de conocer la ciudad, con sus museos, iglesias y tiendas, es pasear por las calles empedradas que serpentean por el casco antiguo. Deténgase a degustar un macarrón o un crepé, o quizás diríjase a uno de los restaurantes con estrellas Michelin situados en esta romántica ciudad.

JRE Montpelier Chefs

Con tan buenos ingredientes a mano y una riqueza de patrimonio gastronómico y productos locales frescos, no es de extrañar que chefs de todas partes acudan a la soleada región que alberga el encantador Montpelier. En JRE estamos encantados de trabajar con algunos de los mejores nuevos talentos.

En In-fine, el chef Grégory Doucey siempre deja que su cocina se guíe por las estaciones, utilizando productos frescos, el 90% de los cuales se crían o se producen a menos de 200 km de Frontignan. Delicias como la carne de vacuno de Aubrac, la carne de ternera de etiqueta roja de Aveyron y Ségala, así como las verduras del huerto de 250 metros cuadrados del Chef se encuentran en esta carta excepcional.

Nacida en San Petersburgo (Rusia), Annett Teich vivió y trabajó durante mucho tiempo en el extranjero antes de instalarse en Montagnac. En su restaurante, BK, ofrece una cocina innovadora, inspirada en sus numerosos viajes. Annett se enorgullece de ser la primera cocinera de Francia premiada por JRE (Jeunes Restaurateurs d'Europe) desde la creación de esta prestigiosa organización en 1974. Recientemente ha sido reseñada en la guía Chefs, "500 femmes qui font la différence dans les cuisines de France".

Hijo de un restaurador, el talentoso chef y sumiller Brice Ducros está cocinando una tormenta en su moderno restaurante Atelier Bistrot.  Defensor de los alimentos frescos de producción local, está muy implicado en su región para destacar el terruño local. Con un menú que cambia a diario y postres elaborados in situ, hay algo que hace que la gente vuelva una y otra vez.

Autodidacta, Pricillia Lebon, la joven y talentosa chef, siempre busca mejorar, aprender y experimentar para ofrecer a sus entusiastas clientes lo mejor de su cocina. En su restaurante L'Ogustin, situado en la pintoresca localidad de La Vacquerie-et-Saint-Martin-de-Castries, a 45 minutos de Montpellier, podrá deleitarse con el acogedor entorno de la granja y disfrutar de lo mejor de su cocina.