Käse Kober
Käse Kober: una quesería fundada por tres amigos
Käse Kober
Itzehoe, AlemaniaMarkus Kober, Dobbin Lange & Hanjo Schlüter
En el lejano norte, Dobbin Lange, amante del queso, se convirtió en gerente de la empresa. El destino quiso que fuera exactamente allí donde su viejo amigo Markus Kober llevaba casi 20 años afinando el queso. Se reunieron para tomar una cerveza, y el director de proyectos informáticos Hanjo Schlüter se unió a ellos para completar el trío. Esa noche resultó que los tres hombres tenían algo en común: todos tenían una situación vital similar. En sus respectivos campos, cada uno tenía éxito profesional, pero también estaba descontento con su trabajo. Era el momento de cambiar. Los tres hombres decidieron emprender juntos un nuevo comienzo. Su plan era poner patas arriba el mundo del queso local con el pequeño affinage de Markus Kober y convertirse en la nueva cara del buen queso en Alemania. La empresa emergente de tres hombres se ha convertido en una compañía floreciente con 15 empleados en tres años.
Los sabores son productos metabólicos de las bacterias; el arte consiste en influir en ellos de tal manera que nuestro gusto se encapriche por completo.
Käse Kober
La historia de la quesería alemana
Lo que muchos no saben es que hasta hace pocas décadas, la fabricación de queso no existía en Alemania. A diferencia de baluartes del queso como Francia, los Países Bajos y Suiza, la elaboración de queso en un producto de calidad inconfundible no tiene una tradición establecida entre el Mar del Norte y los Alpes. Además, el mercado alemán del queso nunca ha puesto mucho énfasis en el disfrute. Sabiendo esto, no es de extrañar que, para ir sobre seguro, los grandes chefs hayan evitado durante mucho tiempo el queso procedente de Alemania.
Inspirados por los franceses
La insatisfacción con los quesos locales llevó a los propietarios de Käse Kober a explorar la artesanía quesera francesa de los affineurs ya a finales de la década de 1990. Los años de colaboración con los afinadores franceses que les confiaron sus quesos durante muchos años les llevaron a montar sus propias salas de maduración y a crear algunos tipos de queso. Hoy en día, esto se ha convertido en una exitosa quesería con más de 180 tipos diferentes de queso de alta calidad.
El arte del queso
Cada día, los queseros de Käse Kober se ocupan de la maduración óptima y del uso de bacterias y cultivos. Pero lo que es igualmente importante es el origen de la leche: los animales, los prados y los nutrientes que influyen en el sabor del queso. Para muchos de los clientes de Markus y Dobbin, el queso de Käse Kober es arte. Para los fabricantes, es simplemente un trabajo artesanal bueno y honesto. Se rodean de agricultura, animales y prados. Son los socios permanentes del agricultor y del quesero, que discuten las recetas, ajustan los cultivos y refinan los aromas.